Bipolaridad femenina y femicidio en el Ecuador
Mucho antes de que la Crónica roja infestara programación televisiva ya existía el asesinato de las mujeres por esposos desequilibrados por los celos (Celotipia) o por la muy común mezcla de alcohol y machismo.
La Crónica Roja en el siglo XXI es un contrato para enfermar la mente de los ecuatorianos y al centrarse toda la programación en la violencia intrafamiliar extrema nos dá la impresión a los nacionales y extranjeros de que el femicidio conyugal es el NON PLUS ULTRA de la sociedad ecuatoriana, cuando estos casos siempre se han registrado en la historia de la humanidad.
El típico caso era y sigue siendo el del esposo que encuentra a su cónyuge con su amante en la cama in fraganti; en los Estados Unidos hay programas exclusivos que explotan este tipo de escándalo en los que se mezcla el reality show con los servicios de pesquisas o detectivas privados para que el hombre o mujer que se sospecha traicionado (a) le pueda armar un escándalo en vivo y en directo a su pareja o cónyuge del momento.
Este tipo de persecusión o atropello a la vida privada de las personas vuelve millonarios a los productores ejecutivos de estas series ya que el morbo del escándalo siempre resulta muy divertido a la MOB o masa popular.
Pero, ¿cuál sería el LEIT MOTIV o motivo más común del femicidio en el caso particular del Ecuador?
La Bipolaridad femenina que es una enfermedad o patología mental debería ser un factor de estudio y suma relevancia para los estudiosos del comportamiento social en las masas específicamente del Ecuador.
La anomalía de la bipolaridad en las mujeres en especial en las cónyuges es un factor que desequilibra los matrimonios de cualquier clase social y también a la familia entera porque la mujer no muestra en su conducta ni madurez ni estabilidad sino que su comportamiento va siempre de un extremo emocional cualquiera que sea al otro extremo es decir de un polo opuesto al otro con una rapidez y una agudeza intelectual devastadora para las relaciones interpersonales y familiares.
Las personas racionales y cuerdas siempre deben mostrar un comportamiento racional, ecuánime y controlado en lugar de proferir argumentos como: "mañana estás muerto cabrón"; "¿sabes tú quién soy yo wey?", "lárgate de aquí cabrón", "te voy a expulsar del país, de la ciudadela o de la sociedad", o "te voy a destruir cabrón"...
Y en las relaciones familiares es cuando las esposas deben mantener su conducta bajo un rígida disciplina mental cuando se trata de afrontar situaciones deprimentes o indignantes o de emergencia en lugar de aumentar la mentalidad del cáos y la permanente zozobra volviendo cada vez más frágil la relación conyugal que también compromete la estabilidad emocional de los hijos dentro del matrimonio y en el entorno de la sociedad.
La bipolaridad en la mujer sería el primer paso entre otros más y otras circunstancias para que la pareja llegue a la catastrófica situación de la violencia intrafamiliar y el posterior femicidio conyugal.
La violencia dentro de la familia en contra de la cónyuge siempre es un acto de total irracionalidad y mucho más grave es esta situación cuando se dá frente a los hijos que se convierten en testigos y víctimas de un trauma familiar que deja una mala huella en sus siquis infantiles.
En la película EL PADRINO hay una escena muy reveladora del tipo de violencia intrafamiliar virulenta cuando Connie Corleone en avanzado estado de gestación en un ataque demencial de celos hace un berrinche a su esposo Carlo Rizzi y tira por lo suelos la vajilla regalos de bodas y grita y vocifera hasta sacar un cuchillo amenazando a su cónyuge que cae en la provocación y después de desarmarla le vuelve a propinar una paliza y ahora en estado avanzado de gestación.
En realidad no se puede vivir por toda una eternidad con una persona bipolar que no sabe manejar su sus emociones sin recurrir a la violencia o que se mantiene en una postura de permanente diferencias irreconciliables .
En estos casos cuando el cónyuge reconoce la bipolaridad de su esposa y su permanente invitación a la violencia intrafamiliar o cuando el matrimonio ya vive en un círculo vicioso de violencia intrafamiliar rozando peligrosamente el femicidio, la mejor decisión que se puede tomar tanto el hombre como la mujer es la terminación del contrato familiar.