domingo, 30 de junio de 2019



Ven tristeza déjame abrazarte con todas mis fuerzas déjame saber que algún día tengo que volver a enfrentarte
que algún día tengo que soltar la válvula y dejar que las lágrimas hagan su trabajo
reír de día y recordarte en la noche
verte en otros rostros y morir en sus ojos y en sus brazos
perderme en el vasito de alcohol de un amigo o desconocido
entrenar, sudar conversar pero sobretodo escuchar todo el drama y la comedia de la vida
admirar lo bueno y confundirse en silencio ante lo irracional
mezclar lo sublime al verte desnuda en mi mente con esa bella melenita y estar alerta para que no me atropelle un auto
nadar contracorriente todo el tiempo
respirar reflexionar y vivir en tus sueños cuando tengo insomnio
ven tristeza déjame abrazarte con fuerza de vez en cuando para llorar junto a tu tumba y coger fuerzas para seguir caminando

martes, 18 de junio de 2019

Bipolaridad femenina y femicidio en el Ecuador

Mucho antes de que la Crónica roja infestara programación televisiva ya existía el asesinato de las mujeres por esposos desequilibrados por los celos (Celotipia) o por la muy común mezcla de alcohol y machismo.

La Crónica Roja en el siglo XXI es un contrato para enfermar la mente de los ecuatorianos y al centrarse toda la programación en la violencia intrafamiliar extrema nos dá la impresión a los nacionales y extranjeros de que el femicidio conyugal es el NON PLUS ULTRA de la sociedad ecuatoriana, cuando estos casos siempre se han registrado en la historia de la humanidad.

El típico caso era y sigue siendo el del esposo que encuentra a su cónyuge con su amante en la cama in fraganti; en los Estados Unidos hay programas exclusivos que explotan este tipo de escándalo en los que se mezcla el reality show con los servicios de pesquisas o detectivas privados para que el hombre o mujer que se sospecha traicionado (a) le pueda armar un escándalo en vivo y en directo a su pareja o cónyuge del momento.

Este tipo de persecusión o atropello a la vida privada de las personas vuelve millonarios a los productores ejecutivos de estas series ya que el morbo del escándalo siempre resulta muy divertido a la MOB o masa popular.

Pero, ¿cuál sería el LEIT MOTIV o motivo más común del femicidio en el caso particular del Ecuador?

La Bipolaridad femenina que es una enfermedad o patología mental debería ser un factor de estudio y suma relevancia para los estudiosos del comportamiento social en las masas específicamente del Ecuador.

La anomalía de la bipolaridad en las mujeres en especial en las cónyuges es un factor que desequilibra los matrimonios de cualquier clase social y también a la familia entera porque la mujer no muestra en su conducta ni madurez ni estabilidad sino que su comportamiento va siempre de un extremo emocional cualquiera que sea al otro extremo es decir de un polo opuesto al otro con una rapidez y una agudeza intelectual devastadora para las relaciones interpersonales y familiares.

Las personas racionales y cuerdas siempre deben mostrar un comportamiento racional, ecuánime y controlado en lugar de proferir argumentos como: "mañana estás muerto cabrón"; "¿sabes tú quién soy yo wey?", "lárgate de aquí cabrón", "te voy a expulsar del país, de la ciudadela o de la sociedad", o "te voy a destruir cabrón"...

Y en las relaciones familiares es cuando las esposas deben mantener su conducta bajo un rígida disciplina mental cuando se trata de afrontar situaciones deprimentes o indignantes o de emergencia en lugar de aumentar la mentalidad del cáos y la permanente zozobra volviendo cada vez más frágil la relación conyugal que también compromete la estabilidad emocional de los hijos dentro del matrimonio y en el entorno de la sociedad.
La bipolaridad en la mujer sería el primer paso entre otros más y otras circunstancias para que la pareja llegue a la catastrófica situación de la violencia intrafamiliar y el posterior femicidio conyugal.

La violencia dentro de la familia en contra de la cónyuge siempre es un acto de total irracionalidad y mucho más grave es esta situación cuando se dá frente a los hijos que se convierten en testigos y víctimas de un trauma familiar que deja una mala huella en sus siquis infantiles.

En la película EL PADRINO hay una escena muy reveladora del tipo de violencia intrafamiliar virulenta cuando Connie Corleone en avanzado estado de gestación en un ataque demencial de celos hace un berrinche a su esposo Carlo Rizzi y tira por lo suelos la vajilla regalos de bodas y grita y vocifera hasta sacar un cuchillo amenazando a su cónyuge que cae en la provocación y después de desarmarla le vuelve a propinar una paliza y ahora en estado avanzado de gestación.

En realidad no se puede vivir por toda una eternidad con una persona bipolar que no sabe manejar su sus emociones sin recurrir a la violencia o que se mantiene en una postura de permanente diferencias irreconciliables .

En estos casos cuando el cónyuge reconoce la bipolaridad de su esposa y su permanente invitación a la violencia intrafamiliar o cuando el matrimonio ya vive en un círculo vicioso de violencia intrafamiliar rozando peligrosamente el femicidio, la mejor decisión que se puede tomar tanto el hombre como la mujer es la terminación del contrato familiar.

sábado, 15 de junio de 2019

El precio de la libertad
A Mimi Barona
Toda persona racional aspira a vivir en paz y libertad; incluso los militares más enconados y adictos a los triquitraques de la guerra, después de su anhelado baño de sangre y el subsiguiente tráuma, terminan aspirando a la paz, ¿pero, cuánto hay que pagar y sacrificar para obtener estos conceptos de paz y libertad?
Si la mentalidad de una sociedad es la de servir hasta caer infartado sobre la mesa de despacho o a vivir de fracaso en fracaso, entonces, ¿no hay cómo, alguna forma de pagar un precio por la paz y la libertad?
Es algo característico de las democracias liberales tener chalets de playa vacías o abandonadas, ¿y el motivo? es que ese detalle de las democracias es muy oneroso y solamente para las clases pudientes y muy privilegiadas vivir junto al mar. De lo que se colige es que solamente las clases opulentas podrían subvencionar una vida libre y pacífica junto al clima benigno de la playa, pero, ¿ y los demás estratos sociales, los de abajo, la parentela pobre que vive escondida por la verguenza, no tendrían cómo alguna forma de obtener su liberación de la eterna noria de la sociedad del servicio, la competición y el consumo?
Lo cierto es que el precio de querer vivir libre y en paz en la playa o en cualquier lugar sin someterse a la noria y a las reglas de la sociedad siempre es la POBREZA.
Es que no basta con ser honrado y trabajador para llegar a pagar algún día el precio de la libertad, sino que hay que trabajar para los intereses de alguien y para las políticas de alguna autoridad todopoderosa o con patente de corzo para que sean ellos los que le autoricen a cualquiera a poder vivir en libertad y en paz. No es broma.
Los ejemplos se los encuentra por doquier y en la historia de cada Nación.
Moises adoptado primero por los egipcios y luego elegido por su humanismo y bondad por Dios se convirtió en una autoridad que pidió varias veces el permiso al emperador egipcio su hermano de leche que le dejara guiar y libertar a su pueblo judío para llevarlo a la Tierra prometida a la que paradójicamente nunca llegó a ver sino su sucesor Josué.
Cualquiera que trate de prescindir del juego de la sociedad para conseguir paz y libertad tendrá que sufrir miseria, hambre y tal vez persecusión.
Para vivir en la playa lo primero que se hace es pagar el hospedaje por adelantado, ésto es según el juicio de una persona honesta, y luego ver cómo se administra el dinero para la comida o como se dice vulgarmente hay que ver con cuántas papas se hace el locro de cada día.
Muchas veces el hambre y la necesidad de paz y libertad y tal vez una cierta falta de adaptación al vertiginoso ritmo y juego de la sociedad, hace que las personas lo sacrifiquen todo y todos los recursos con tal de vivir junto al mar.
Estos individuos ya nacionales o extranjeros pasan hambre y necesidades insufribles con tal de satisfacer ese otro tipo de hambre y necesidad de paz y libertad.
Ergo el precio de la libertad y de tratar de no vivir contaminado por la sociedad siempre va a ser la pobreza y el tratar de adaptarse a una nueva clase de valores muy poco convencionales como el de acostumbrarse a vivir retirado sin tener nada que hacer más que perder el tiempo o estar sentado disfrutando plenamente del desfile de los días, recogiendo sus pasos de viajero tenaz de adolescente y tratando de obtener una buena calidad de vida de lo poco que le queda.
El precio de la libertad de las personas que por salud, edad de jubilación o por el fin de su ciclo laboral siempre es una baja de sus ingresos y la subsiguiente pobreza con todo el desprecio inhumano que la pobreza trae consigo.